Felicidad: No hay nada que se compare a la sensación de tener su propio hogar. Puede arreglarlo, darle su propio estilo, tener un perro o un gato, e incluso plantar un árbol si lo desea. ¡Solo imaginarlo causa alegría!

Apreciación: Hay un crecimiento de valor en las viviendas con el paso del tiempo; este aumento se convierte en ganancia cuando sea el momento de re-financiar o vender la propiedad.

Renta variable: tanto rentar como alquilar se puede comparar a pagar 100% de interés, pero cuando usted es dueño de una casa y cuenta con una hipoteca, una parte del pago se destina al saldo principal de su préstamo. Esto construye su capital y actúa como una cuenta de ahorros.

Vida en comunidad: quienes son dueños de sus casas son más propensos a permanecer en sus hogares 4 veces más que quienes rentan propiedades. Esto brinda la oportunidad de conocer a sus vecinos y conectarse con su comunidad.

Educación: las investigaciones muestran que los hijos de los propietarios de viviendas obtienen puntajes más altos en exámenes y se gradúan en un porcentaje más alto que los hijos de inquilinos.

Ahorro de impuestos: Algunas legislaciones recompensan a los propietarios de viviendas proporcionándoles beneficios en los impuestos. El interés pagado por su hipoteca y otros gastos relacionados con el hogar generalmente se pueden deducir de sus ingresos.

¿Listo para dejar de soñar y poseer su propio espacio? la asistencia de un asesor inmobiliario le ayudará a encontrar un nuevo nido que llamará Hogar!