quehaceres en la casa

La mejor manera de inspirar a los niños es trabajar con su impulso natural e intrínseco para ser colaboradores productivos, incluso creativos, en el hogar. Los niños sentirán que son parte de algo más grande que ellos mismos. He aquí por qué las tareas del hogar son buenas para los niños, las tareas les muestran a los niños que las familias se basan en obligaciones mutuas y que los miembros de la familia deben ayudarse unos a otros.

Es posible que los niños en edad preescolar no tengan la coordinación o la destreza para hacer sus camas ordenadamente todas las mañanas, por lo que un buen primer esfuerzo puede ser hacer que tiren del edredón hasta la parte superior de la cama. Siéntete orgulloso de los esfuerzos de tu hijo y no esperes la perfección.

Trate de dar una instrucción o dirección simple a la vez. Para un niño de 5 o 6 años, “Limpia tu habitación” es una declaración abrumadora, pero “Guarda todos los autos en su contenedor” se entiende claramente.

Trate de ser lo más solidario y alentador posible, incluso si el trabajo no se hace exactamente de acuerdo con sus expectativas. Debe agradecerles por su esfuerzo en lugar de elogiarlos sin sinceridad por una ejecución menos que exitosa, y luego practicar la tarea nuevamente juntos y ofrecer sugerencias útiles que resultarán en un mayor éxito.

Trabaja en equipo

Una forma simple y eficiente de hacer que la limpieza sea más divertida es hacer algo juntos. nunca daña la moral de un niño ver a un padre meterse en las trincheras con él. toca sus canciones favoritas y luego convierte tu limpieza del sábado en una gran fiesta de baile. bono: usted está allí para demostrar, por lo que es más probable que el trabajo se haga bien.

Elige tu suerte

Para los niños a los que les gusta un elemento sorpresa, escribe tareas en palitos de helado y haz que cada niño elija una. Los hermanos pueden intercambiar sus selecciones, pero solo si ambos están de acuerdo. Si lo desea, puede pintar los palitos de diferentes colores según la habitación o el tipo de tarea (verde = cocina o rosa = algo con una botella de spray) para que los niños sientan que están tomando una decisión.

Haz que sea la hora de jugar

Convierte la “hora de la cocina” en una fiesta de baile. Designe a un niño para que sea chef y otro para que sea DJ. El chef elige lo que le gustaría ayudar a preparar para la cena, como una ensalada simple o puré de papas. El DJ elige qué melodías de baile apropiadas le gustaría incluir en una lista de reproducción. Todos pueden bailar alrededor de la cocina mientras preparan la cena o mientras vacían el lavavajillas más tarde. Otras formas de promover el juego: Lave la ropa mientras finge ser un robot o un personaje de su película favorita, o organice un concurso de canto de habitación en habitación en el que cada niño se turne para cantar una canción (¡en voz alta!) de la habitación que está limpiando.

Desafíelo con retos

Asigne a los niños tareas que sean desafiantes; quitar tareas difíciles hace que las tareas sean aún más aburridas. Si ya está acostumbrado a ayudar a limpiar la jaula del hámster, haz que sea más difícil haciendo que la limpie solo. Luego, desafíelos a limpiarlo más rápido. O, en lugar de pedirles que arranquen las malas hierbas del jardín, dele a sus jardineros en ciernes una pala o una carretilla y déjelos hacer el trabajo más duro de plantar flores o acarrear la tierra. ¡Está bien si sus hijos empiezan a sudar!

Intercambie rutinas

Deje que sus hijos se turnen para planificar las comidas y preparar la cena al menos una vez a la semana, pero inspírelos a no cocinar la misma comida dos veces en el mismo mes (a menos que sea un pedido de cumpleaños). Esto les permite ser inteligentes a la hora de planificar y organizar las comidas, lo que las convierte en una actividad divertida en lugar de una tarea aburrida. Además, permita que sus hijos produzcan brebajes inusuales pero comestibles a partir de alimentos reconocibles. O, para variar, pídales que limpien la habitación de un hermano en lugar de la suya.

Presente un propósito mayor

Cuando a los niños se les permite participar en algo que es más grande que ellos mismos, crece un sentido de propósito en la vida. Aunque los niños pueden decir y actuar como si no quisieran contribuir al funcionamiento del hogar, todos anhelan sentirse importantes, necesitados y conectados con los demás. Anime y elogie con, “Gracias por ayudar. Nuestra familia hace un gran equipo”. Choque los cinco cuando sus hijos ayuden a pasear al perro o ayuden a doblar y guardar una montaña de ropa sucia.

Permita a sus hijos algo de autonomía

La jefatura no motiva a los niños. Permitirles dar su opinión es esencial para preservar su sentido de autosuficiencia y seguridad en sí mismos. La clave es no utilizar un lenguaje controlador. En lugar de dictarles a sus hijos lo que deben hacer, use sugerencias amables como, “Sería extremadamente útil si…” o “Oye, mira, son las 5:00. Hora de alimentar a tu mascota”. Dé confianza a sus hijos diciendo también: “En nuestra familia, los niños hacen sus propias camas porque se ven muy bonitas”. Cuanto más independientes se sientan los niños, más motivados estarán para asumir tareas y cumplirlas de principio a fin.